Violeta, Te fuiste, pero te quedaste

El 5 de febrero del 67 Violeta partió a maldecir del alto cielo, puso fin a su tormentosa  y agradecida vida dejando un legado impresionante en todos los sentidos, sus letras, melodías, arpilleras y temáticas corren aun hoy en día, con una vigencia asombrosa por los espacios de nuestro mundo, haciendo olvidar el paso del tiempo que ha trascurrido desde q fueron creadas, Violeta, si supieras que Arauco sigue teniendo una pena, que los estudiantes rugen como el viento, arriba sigue quemando  el sol y hay una cantidad de gente sin cabeza con sombreros con tanta cinta que no te imaginas.

Hace poco su vida se hizo masiva, gracias el excelente trabajo de Andrés Wood que basado en libro de los recuerdos de su madre que escribió Angel Parra, relato en cine y TV la vida de la más grande creadora que ha tenido Chile,  que rescata pasajes  tan sencillos y humildes como  sus viajes  por los rincones de Chile recogiendo como si fueran flores, canciones folclóricas de la tradición popular  hasta  cosas que pueden sonar tan rimbombante como transformarse en la primera artista latinoamericana en montar una  exposición individual con sus  arpilleras en el famoso Museo del  Louvre de Paris. (En el Centro cultural palacio de la Moneda se pueden ver varias de estas)

Las palabras de Violeta se entrelazan como las lanas de sus arpilleras, su autobiografía en décimas se deja leer con facilidad, los versos fluyen como rió libre del sur, dibujan rincones de un Chile que yo no viví y nos construyen un soporte por donde empezar a comprender sus contradicciones, volviéndose en un texto imprescindible si uno quiere aventurarse dentro de su obra.

Las canciones de Violeta  asombran con maestría, como logra construir dos canciones tan impresionantes y opuestas como “Gracias a la Vida” y “Maldigo del alto cielo” que si  las leemos alternando los versos parecen una discusión.  “El Albertío” , “Que he sacado con quererte”, “La Jardinera” por solo nombrar a algunas de esas canciones que nos hablan de amor o contingencia, como maravilla  el que a pesar de los años que han transcurrido, su mensaje estremece como si fuera escrito hoy, “Violeta Ausente”  que nos haces querer volver a los 17, te fuiste, pero te quedaste.

"Lo que puede el sentimiento, no lo ha podido el saber, ni el más claro proceder, ni el más ancho pensamiento. Todo lo cambia el momento, cual mago condescendiente, nos aleja dulcemente, de rencores y violencia: solo el amor con su ciencia, nos vuelve tan inocentes."